Se nos “cae” el patrimonio histórico.

Una ola de construcciones ha hecho que en Ocaña la historia representada en sus casas coloniales, no sea más que un pasado definitivamente olvidado.

Con preocupación, algunas personas que conocen el valor histórico, material e inmaterial que representan las edificaciones de principios del siglo pasado, han alertado del daño cultural que ocasionan en la ciudad. Exhortan a las autoridades a buscar mecanismos que permitan la protección de estos inmuebles y no se hagan del lado de quienes con el pretexto del desarrollo o el progreso afirman que se deben tumbar o dejar caer estos emblemas de la Ocaña señorial.

Por diferentes razones que van desde lo histórico hasta lo turístico se defienden este tipo de construcciones, que tienen un agregado espiritual por que hace parte de nuestra memoria y a su vez un agregado económico por que integran el componente colonial que lo hace especialmente llamativo a los turistas.   

Para estos Ocañeros, solo queda ver como cae la historia a pedazos, que en cada porrazo se vá borrando aquel ambiente que nos decía, esta es la Ocaña de verdad.

Alejandro Lemus

Foto: Gustavo Lobo Amaya