La Recicladora y su escolta Canina.
13.11.2013 14:03Ella es Candelaria Becerra, una humilde mujer que encontré cerca del colegio Caro, quien recorre los sitios comerciales del centro de Ocaña tratando de ganarse la vida con la recolección de material de reciclaje. Sale de su casa del barrio san Fermín, trabaja todos los días para lograr ganarse unos 4 mil pesos y regresar para pagar en la tienda. Una enfermedad le impide trabajar, por eso, dependiendo de lo que haga en la mañana decide si regresa o no a su trabajo para evitar más dolores en su espalda.
En su recorrido, tres perros le acompañan a donde vaya. Cruzan la calle, mojan sus piernas con su nariz, se acuestan donde Candelaria se detiene y levantan sus orejas cada vez que ella los mira. Son sus fieles protectores dice ella… “están con migo y ellos me cuidan, porque un muchacho siempre con una cuchilla me quita mis cartones”. Los tres perros, llamados Tone, Chocolate y Toby son inseparables y nunca se alejan más de 5 metros de su amiga a quien se ve, protegen con su propia vida.
Esta mujer llama la atención de nadie, porque es como nadie. En sus recorridos, es mirada de manera arrogante y muchos visitantes del Centro de Ocaña, incluso intentan agredir a sus perros. La indiferencia y el egoísmo son dos cosas que Candelaria ya conoce. Pero esta mujer, decente y sobre todo amable, da muestra de una humanidad que pocos se atreven a practicar. En su condición, alimenta 4 perros y en ningún momento me dijo que le aburría, contrario a sociedad que olvidó sus originarias obligaciones.
Candelaria es un ejemplo de sociedad, que las costumbres modernas desplazaron sin percatarnos que los valores se encuentran solo, en personas como ella.
Alejandro Lemus / NCO
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Ocaña 13 de Nov. 2013.
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